¿Qué pasa cuando querer a alguien se hace un hábito? ¿por qué nadie me enseñó a curar un corazón roto? ¿por qué nadie me advirtió que a veces la persona que menos esperas que te lastime es la que tiene el arma en mano? Me gustaría que las cosas fueran fáciles cuando se trata de ti. Me gustaría poder sacarte de mi cuerpo y de mi mente, sacarte de mi ser.
¿Cómo te saco de mi corazón? Nadie ha creado un desinfectante para las heridas de éste, pero más les vale que lo hayan hecho cuando mi hija tenga 16 años y experimente esto. Pero el día de hoy no sé cómo arrancar tu nombre de él, no sé cómo desvanecer el rastro que dejaste, y definitivamente no tengo ni idea de cómo evitar esas sacudidas entre latidos cuando escucho de ti.
¿Cómo te exhalo de mis pulmones? No se ha inventado algún artefacto que los purifique por completo. Aunque leí en algún artículo que con el tiempo llegan a estar mejor, nunca vuelven a ser perfectos. Espero que pase lo mismo con mi vida sin ti, que en algún momento me sienta mejor. Lo único que sé es que ahora no respiro nada más que las flores que me diste, marchitadas, al igual que nuestro amor.
¿Cómo te expulso de mis ojos? No importa cuántas gotas de manzanilla me eche, lo único que veo es tu recuerdo. Veo tu sonrisa de oreja a oreja cuando te dije que te amaba por primera vez. Veo tus ojos evadiéndome cuando lo único que necesitaba era una mirada que me hiciera cambiar de parecer. Eres como esa pestaña intrusa dentro de mi ojo, que a pesar de las molestias y de todas las lágrimas, por alguna extraña razón no me atrevo sacar. Tal vez sea porque el ardor hace que mis ojos se vean un poco más brillantes. Tal vez porque a ti te gustaba como lucían así.
¿Cómo te saco de mis oídos? No puedo dejar de escuchar tu risa, tu risa nerviosa, tu risa fingida, tu risa vergonzosa, tu risa cínica... Nunca pensé que alguien podría tener tantos tipos diferentes de risa y nunca llegué a saber cuál era la verdadera, pero espero que haya sido esa cuando me llamabas "mi amor". Me gustaría quedarme sólo con esa parte de ti, en lugar de repetir una y otra vez en mi mente las promesas que no cumpliste... Y es que, sonaban tan bien saliendo de tu boca que podría jurar que hubieran engañado al detector de mentiras. Debí haberle puesto más atención a tus cambios de voz.
¿Cómo te saco de mí? ¿Cómo? Si ahora formas parte de mi persona y por lo tanto decirte adiós sería como dejar morir una parte de mí y no sé si esté lista aún para vivir incompleta. Aunque, creo que antes de ti nunca me sentí completa en lo absoluto. Me parece tan torcido que alguien pueda aparecer y darle sentido a tu vida, y un día irse sin pensarlo dos veces, llevándose todo ese progreso con él. Siempre me dijiste que el que no lucha, no gana. Así que supongo que tengo que intentar. Supongo que tengo que tratar de dejarte ir. Supongo que tengo que empezar a curar las heridas. Despacio, para que no duela, y con mucha, mucha anestesia.
-Cuando tenía 10 años mi profesor nos explicó que las drogas dejaban efectos dañinos en nuestro cuerpo a largo plazo, todo por pequeños momentos de "felicidad", nunca comprendí lo que quiso decir, hasta que escuchar tu risa comenzó a doler-